Destino fatal

Tenemos un destino fatal -le dije.
Me refería a la obviedad de que no estaríamos juntos por siempre.

El miedo al compromiso no es miedo al compromiso. Sólo es que vemos y sentimos esa obviedad.

Por eso querámonos.
Por eso acompañémonos y ya.

Ya nos conocimos.


¿Por qué tenemos ese impulso por ocupar el lugar de los más queridos? ¿Por qué seguimos intentando tener ese lugar si ya sabemos que no es posible alcanzarlo?

Mmmm... Casi estoy segura que Ego está inmiscuido en todo esto... Y dale con el Ego. Pinche Ego. Y me parece que Ego no tiene la culpa...