Tenía muchas ganas de escribirte,
saludarte,
escucharte...
Y entonces decidí no volver a escribirte,
saludarte,
¿escucharte?...
Si llamaras te escucharía...
claro.
Decidí no buscarte...
aunque te busco de vez en cuando sin que me mires.
Estoy callada.
Permaneceré callada.
Y así...
hasta que me hagas hablar