Abrí un libro que me regalaron hoy al azar y alcancé a leer que Roberto estaba feliz hasta las orejas. Wow pensé, estar hasta las orejas es una expresión que me gusta. Inmediatamente corrí al teclado para escribir lo que había pensado, que te extrañaba hasta los pies. Ja, también extraño tus pies, sobre todo ese lunarcito arribita de tu talón... Y bueno, bueno, ese no era el punto porque aunque todo es cierto, a lo que quiero llegar es que huele rico este libro nuevo. Tiene un olor perfumado, es un olor a pino quizá... No lo sé, lo estoy oliendo ahora mismo y me sentí como aquel señor que olía los vinos y podía distinguir el olor a las diferentes madera de los barriles donde se había añejado... Creo que este libro huele a pino, me inspira un bosque, el olor está más concentrado en las hojas centrales... Mmm huele bien... Seguro hay libros que huelen a resistol, aunque no recuerdo ninguno ahora. Me dio curiosidad por saber a qué huelen otros libros. Wow!! Saqué el libro de Leonora y no huele tan rico, es como un olor de color arena pero al final me deja una sensación de asco, uuuuug, siento aún mareo por el olor, wuácala, no se me quita, huele feo ese librito y eso que me tiene atrapada leyéndolo desde hace varias semanas... Uaaaj, no se me quita en serio. Ya olí el libro olor a pino y no se me logra quitar de la garganta la sensación de ganas de vomitar que traigo ahí atorada... UUUUj volví a oler el libro olor a pino. Ahora veo mis demás libros y no se me antoja olerlos. Estoy mareada, de verdad, qué sensación de asco! Uuuuuj no se me quita. Ya fui por un vaso de agua a la cocina. Ya está pasando aunque no se termina de ir esta sensación de náusea... No tengo ni tantitas ganas de oler más libros en este momento, aunque me parece interesante esto eh?, me gustó todo esto. Ahora me da curiosidad oler a Tolle otro día que se me pase el asco. Ahorita me siento exactamente como cuando fuimos a ese bufete brasileño en el que me atasqué de carne y también me siento exactamente como cuando comí hotcakes con mariguana y acabé en el baño vomitando. El asco a la carne me duró como un mes y el asco al olor de la mariguana me duró como un año.
Han pasado varios segundos de pausa. Me estoy terminando mi agua a sorbitos. Está fresquesita. Siento alivio cuando me pasa por la garganta. Ahora la tengo encerrada en mi boca sin tragarla y muevo mi lengua de arriba a abajo lentamente provocando olitas que siento como una especie de caricias en mis cachetes. Ya me la tragué. El agua se puso tibia y se llevó consigo algunos restos de la cena que estaban atrapados entre mis dientes. En tres traguitos me termino el agua. En un sorbito me termino el agua. El segundo no me lo salté, lo tengo dentro de la boca ahora. Aquí está atrapadito y quieto. No te muevas lengüita. Calma. Ya la dejé ir. Calculé mal, Me queda un pequeño traguito más. Es muy chiquito pero no me cupo en la boca. Ahora sí, el vaso está vacío. Y el chorrito de agua acaba de desaparecer por mi garganta.