A veces la impermanencia me produce una gran tristeza.
Suspiro.
Leo a Tolle y vuelvo a mi cuerpo.
Siento el cuerpo desde adentro.
Alerta y al acecho.
Respiro.
La conciencia del cuerpo me mantiene presente.
Vuelvo.
Estoy aquí.
Y sí, de pronto vuelves.