"Me quiero ir del DF" fue lo primero que pensé ayer que caminé por las
calles después de haber estado fuera de la ciudad por casi dos meses y
después de que unos tipos pararan su carro y bajaran las ventanillas
para mirarme con una de esas miradas acosadoras que tanto me repugnan.
Diez minutos después me subí en un camión y de nuevo me encontré con una
de esas miradas ahora por parte de un muchacho. Se me puso detrás e
inmediatamente traté de protegerme para que no me tocara pero cuando
menos pensé el tipo ya estaba por detrás mío nuevamente y me pellizco la
nalga. Fue horrible. No pude decir nada. La garganta se me cerró por
una mezcla de impotencia y coraje. El tipo se bajó a la siguiente parada
y me di cuenta que una muchacha había visto todo pero tampoco había
podido hacer nada. Se me salieron las lágrimas.
¿Qué pasa en esta ciudad que no puedes vestirte como quieras y que
tienes que andarte cuidando todo el tiempo de que no te vayan a tocar o
de que no te estén siguiendo?
Me bajé del camión y sólo pensaba en que quería irme ya de esta ciudad.
Un mes enterito elegí mi ropa viendo el canal del pronóstico del tiempo y
me vestí con minifaldas y con shorts y andaba de noche y de día en
metros y camiones y nadie, absolutamente nadie, me dijo nada o me miró
de manera grotesca y mucho menos se acercó a mí. Las demás chicas
caminaban con menos ropa que yo por las calles e iban tranquilas y
despreocupadas. e incluso algunas salían en bikini y las podías ver
acostadas en los parques o corriendo por las calles. Pero acá en la
ciudad de México es diferente. Hay factores que influyen en tu decisión
que no tienen nada que ver con el clima. Yo acá elijo mi ropa de acuerdo
a la zona en donde vaya a estar, la hora y el transporte que vaya a
usar.
Yo no sé si a todas las chicas que viven en el DF les pase igual.
Quizá las chicas que tienen automovil propio no batallen tanto, quizá hasta no batallen nada.
Quizá las chicas que viven en Polanco o en zonas por el estilo (y que no salen de allí) tampoco tengan esta preocupación.
No lo sé.
Lo que sí sé es que yo, en el DF, cuando elijo mi ropa lo que realmente
estoy eligiendo es si quiero arriesgarme a que me sigan, me nalgueen, me
chiflen o me griten cosas.