Libertad a solas

No estaba encerrada ni me dejaron ir. Sólo me di cuenta que era libre y abrí mis alas y volé.
 
Ahora que vuelo siento la inmensidad del mundo ante mi diminuto tamaño y siento la libertad de dirigirme hacia donde desee.

Observo a mi alrededor y me parece que todos volamos. A veces nuestros rumbos coinciden algunos años, a veces algunos minutos e incluso a veces pequeños segundos. A veces nos reencontramos varias veces y a veces no nos volvemos a ver.

Foto: Robert ParkeHarrison