Internet puede ser realmente maravilloso. Hace rato estaba llorando del dolor sentada en mi cama y vaya, ¡ahora estoy escribiendo! El dolor sigue ahí pero pareciera que lo pasé a un segundo plano. Ahora lo que mi cuerpo siente más es el golpeteo de los dedos contra el teclado.

¿Y saben por qué? Pues resulta que hace rato entre lágrima y moco puse en el buscador "cirugía muela del juicio", obviamente me salieron un chorro de cosas pero lo que de entrada llamó mi atención fueron las fotos de las cirugías y los dibujitos de cómo están acomodados nuestros dientes y cómo sale la méndiga muela del juicio. Según yo quería entender con los dibujitos por qué me dolía tanto pues el dolor me recorre desde la mandíbula hasta la sien y me punza y me punza y me punza y me duele a cada punzada. Eso no lo descubrí pero entre clic y clic llegué a un blog donde una morra describe cómo le sacaron sus muelas. Luego vuelve a escribir toda adolorida contando que anda comiendo pura papilla y luego un montón de comentarios de gente de todos lados del mundo contando su historia. Leer esos comentarios se convirtió sin querer en mi analgésico. Cuando menos pensé el dolor ya no me calaba tanto y ya estaba abriendo mi blog para escribir una nueva entrada.

Ayer decía por Twitter que el amor y la risa pueden ser buenos analgésicos y hoy agrego que también la empatía. Sentirse acompañada y escuchar otras historias es tranquilizador. Ahora sé que no me estoy muriendo y que, aunque quizá puedo tener una infección, es normal que mañana se cumpla una semana de la cirugía y  el dolor no se vaya.

kozmica muchas gracias y también gracias a todos los que comentaron su blog.